miércoles, 26 de diciembre de 2007

Capítulo II: La directiva

En baloncesto hay que tener mucho cuidado con los americanos que se fichan. Que no suene raro este comentario, me explico. El estilo de juego (y de vida) allí es totalmente distinto al de aquí. A nosotros nos gusta la lucha libre, a ellos el Pressing Catch. A nosotros la intensidad, a ellos los mates. Los ataques ordenados frente a los vertiginosos. No es ni mejor ni peor, es simplemente una concepción distinta de lo que entendemos por deporte. Por poner un ejemplo, un jugador como Blackshear hace tiempo que ha entendido que no es una súper estrella sino un muy buen jugador. Ciertos jugadores de este Alimentos de Palencia no entienden eso y no lo entenderán nunca. El año que viene alguien mirará sus estadísticas, les ofrecerán 1.000 euros más al mes y se irán, esto es así. Por eso es muy importante crear en un vestuario un sentimiento de fidelidad a unos colores, a una camiseta, a una ciudad que, aún no siendo la suya, les hace sentir acogidos y a gusto en ella. Pero esto no se consigue trayendo a diez tíos nuevos todos los años.

Lo que tampoco podemos obviar es que si tenemos este baloncesto en Palencia es por esta directiva, para la cual el basket es su vida y llevan metidos ahí muchísimos años soñando –y, lo que es más importante, trabajando- por tener un equipo de baloncesto lo más arriba posible. Personas que han tenido una implicación especial por este deporte, la cual se nos escapa a la mayoría, y de los que no debemos dudar ni un segundo de su entrega total y absoluta. Si nosotros nos quejamos es porque ellos, con su esfuerzo, nos han dado opción a ello –entiéndase como opción a ver un espectáculo- por lo que cargar contra ellos sería, además de una estupidez, un verdadero error. Desde EBA ha salido todo rodado. Se montó un equipo que desde el comienzo tuvo gancho entre los aficionados. Se compitió desde el primer día, con mayor o menor éxito. Se dio a la ciudad baloncesto de calidad. Se firmó a algunos de los mejores jugadores de nuestro grupo en EBA, incluso de toda la liga. Se jugó la fase final en Palencia, con un éxito rotundo. No se ganó pero finalmente se ascendió. La afición creció. Estuvimos luchando por meternos en playoffs hasta el final de la primera temporada en LEB 2. Se jugaron la segunda. Así que si ellos no tienen crédito, no sé quién lo puede tener.

Creo que en todo momento ha quedado claro su amor por este deporte, apostando muy fuerte desde el primer día pero razonando el cómo, sin supeditar el equipo a un nombre sino a un conjunto. Y, casualidad o no, está siendo este año, el del “Nos les vamos a comer”, el de las desilusiones. Por eso no ha de cabernos la menor duda la enorme decepción que en estos momentos debe de estar suponiendo para ellos la marcha del club. Esto no es una empresa, como parece para algunos que ha de suponer este tipo de gestiones, esto es un club del que alguno de ellos forma parte casi antes de que, por ejemplo, yo hubiera tocado un balón naranja y el resto de incorporaciones tienen experiencia en mayor o menor medida en categorías inferiores. Gente de baloncesto, vamos. Así que la mejor ayuda que podemos darles es devolverles la ilusión que ellos nos han ofrecido estos años a modo de confianza.

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